martes, 6 de septiembre de 2016

Menores y coma etílico: ¿Qué hacer?

Leemos en la prensa el caso de una madre de Massachussets que ha publicado en Facebook una foto de su propia hija, Ryleigh Payton, intubada tras un coma etílico, para alertar sobre el riesgo de la ingesta de alcohol entre los menores, que incluye un enlace a la página en la que la madre ha publicado su propio relato de lo sucedido, junto con fotos de su hija.

Pero el objetivo de la madre al publicarlo no es solamente alertar sobre los peligros del alcohol en menores, sino sobre la necesidad de que quienes están a su alrededor sepan qué hacer en estos casos. O, por lo menos, de que hagan algo En el caso de Ryleigh, al parecer, todas sus amigas, mejores de edad, al ver que empezaba a encontrarse realmente mal, en lugar de pedir ayuda, la dejaron y se fueron. Seguramente se asustarían por la posibilidad de que sus padres se enterasen de que estaban, como diríamos aquí, haciendo botellón. Fue una conocida quien inició la localización de la madre y llamó a Emergencias, lo cual seguramente salvó la vida de esa chica. Así pues, ha sido la propia madre quien ha pedido que su caso se sepa y se difunda para que los menores sepan qué hacer en un caso como el que nos ocupa.
Ryleigh Payton - Foto publicada por su madre

Estamos completamente de acuerdo en que es necesario que todo el mundo, pero especialmente los adolescentes y jóvenes, sepan qué hacer ante una intoxicación etílica grave. En primer lugar, deberíamos hablar con nuestros hijos y explicarles que, ante un riesgo real, la importancia de una bronca o un castigo es irrelevante, respecto a la importancia de salvar una vida. Y como padres, deberíamos ser conscientes de que si nuestros hijos actúan como deben en un caso similar, la bronca o el castigo pueden ser, no sólo irrelevantes, sino contraproducentes. Es mejor hablar con madurez y sentido común, hacer que entiendan los peligros del alcohol y la importancia de su respuesta, que ponerles un castigo, el cual la próxima vez podría hacerles guardar silencio o, como en el caso de las "amigas" de Ryleigh, hacer que se alejen del lugar y la persona afectada.

En cualquier caso, si nos encontrarmos un caso de intoxicación etílica, ya sean menores o mayores de edad, lo más importante es valorar el grado de consciencia del afectado, así como la frecuencia cardíaca y respiratoria. Si está consciente y en más o menos buenas condiciones, y respira con normalidad, tenemos que asegurarnos de que esa situación no empeora. A continuación conviene avisar a un familiar, aunque los adolescentes siempre se resistirán para evitar las broncas o castigos antes mencionados.

Si, por el contrario, el paciente está inconsciente o cerca de estarlo, la situación es mucho más seria. Si es necesario, hay que evitar traumatismos en el paciente, colocándolo tumbado de lado para que no se atragante con los vómitos. En estos casos llamaremos siempre a los servicios de emergencias, pues una persona inconsciente con intoxicación etílica grave puede entrar en estado de coma e incluso morir por una depresión respiratoria. Mientras llegan, comprobaremos que respira y, si es necesario, realizaremos las maniobras de RCP. Puede ser útil que los adolescentes y jóvenes tengan en el móvil una aplicación como "El ABC que salva vidas"  y estén familiarizados con ella, por si necesitan hacer una reanimación cardiopulmonar con ocasión de un coma etílico o en cualquier otra circunstancia.

Por tanto, es recomendable que hables con tus hijos sobre los peligros del alcohol y también sobre qué hacer si se encuentran en una situación similar a la comentada. Pero, sobre todo, que sean plenamente conscientes de que lo importante es hacer algo, nunca callárselo y alejarse. Y, si no saben qué hacer, muchas veces, la mejor forma de ayudar a un amigo es, simplemente, pedir ayuda.